9 de julio de 2007

El Antes y El Después


Al igual que la sangre, me tomo la palabra en rojo y pido atención al silencio que se formará después.

Comenzaremos el día invocando al Sol matando a la negra noche; necesitamos un sacrificio por cada Luna muerta.

Suelta la bestia, hay intrusos en el cielo; dicen que lloverá sangre desde lo alto. Mejor bebemos un buen sorbo de ésta para purificar nuestro respirar almático.

Y sí recuerdo lo olvidado y enredado, gustando.

Y sí, dijiste gran conocedor de las paredes de atrás; aquéllos rincones exclusivos donde la luz no gusta, donde la oscuridad se divierte con sus amantes.

Ayer le di mi corazón a un perro hambriento, sus ojos eran como los tuyos, sedientos de algo, de muerte, de amor, de esperanza esperando dentro de él al fin. Come dije,pero se abalanzó hacia mí y se metió en mi boca; ahora ya no soy.

Tengo frío dijiste así que fui y corté el árbol más grande para hacerte una inmensa fogata, aún así, frío. Fui entonces en busca de un fuego del cual me hablaron, un fuego perdido en el tiempo, invicible, un fuego que nunca se apagó, más bien nunca se creó, éste existía antes de la existencia misma, antes de la nada. Lo busqué y busqué y no lo pude encontrar. Morí; volví, lo busqué y morí nuevamente, así sucesivamente miles de vidas muriendo en todas.

Ayer tuve un sueño donde no soñé nada; me di cuenta que estaba ardiendo desde antes...

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