24 de noviembre de 2008

ArteRia Y Ven A Dormir NUKA.

Traza una pincelada en el viento que entre por los oídos, escuchas al ejército derribando paredes levando anclas pisoteando las calles expirando nubes de colores.

Vuelca el balde de intuición y compón tu retorno al nido del cual caíste, dispara las semillas de inspiración, de constructuras y locuras contagiosas sobre intentos valerosos, mitigando-nos. Escucha cómo crujen de temor los ancianos pórticos de las fortalezas añejadas con sangre ajena; ellos temen la caída, siendo un respirar monopólico su fálica forma de violar a Libertad.

Será que la caravana se agranda y se agranda y suben y suben tomando a la experiencia por los huevos gozando y gozando hasta el llanto eterno?

Miriada llegó a la ciudad con caminar adúltero, impregnando y lustrando de brillo las calles siendo para todos la experiencia encarnada de nuestro máximo despojo de Ídea. ¿No será que ella es otro truco de Imperio, El Señor Matanza, dueño de Ilusión, desbocada ánima usufructando de alicaídos pétalos sin dulzor más que sus pesadas gotas de verdor memoriado?

Fluydos sumerje en Atemporalidad toda su finidad, siendo paso a paso cómo se devuelve la gratitud de cuál expectador sea al encuentro posible. La metástasis no logra llevarse a cabo, Fluydo logra la esperada escapada del tiempo. ¿Esperada? ella era la nonata bienaventurada al mundo de los imaginarios, inmaterial como nadie.

19 de noviembre de 2008

K

Las sombras marchan sobre el lugar cuelgan de los pescuezos rotos, hurgados de un inframundo violentado, coagulado en una masa espesa y gradual incressiente, dualización a la K8.

Violizado zurcan túneles cefálicos, Augurio nace en Lanomente.

10 de noviembre de 2008

Abarca

Mañana fue el día en que viste los engendros alienados corriendo por los árboles de piedra anegadra, o viste quizás un trunco maziso, matanza en la ladera de tu costado alienado. No pudieron abandonar el lecho de fiestas en carnes matriarcales usurparon sus deseos, y cómo a contra luz desfiguraban sus siluetas entregados al movimiento libre de la discordia. Oh, no te quejes, después de las leches divinas fuimos hombres; deshace el atónito griito de escape hacia paraje nunca desolado por vuestros temores.

Aluniza en contorneada figura y ten piedad de los enojados cielos ardientes, desestructura las fibras, la entidad de lo ínfimo tendiendo al infinito.

Acercándose al fin se volatiliza en etéreo estado fractalizado, pendido en Abarca, lugar Prismático de todo Estímulo. Mínimo creciente influencia marejadas internas, como gotas en un charco, rico en vitalidad, nerviótico impulsado quejidos de animales incrustados en comodidad fraudulenta, maniatizadas músicas, junta paz en los bolsillos para devolver la entrega del sueño, hacia el cansancio eterno.

Misericordia escupía el piojoso perro entablado en la crucifixión de una latitud que no fuera monopolizada durante parpadeos miles hacia futuros hastiados de nubes coloríficas y no horroríficas nubes hongo, pudiendo mejor sería por gargantas de hojalata siempre secas, nunca hastiadas.

Y Profeta fue inyectada en la vena de Silencio, donde éste lo sostuvo hasta dilucidar cómo eyacular la próxima vez.

7 de noviembre de 2008

El Desencaje No Tiene Cabida

Absorbo tu sangre que absorta se abre paso en este mundo pendido en la locura de unos cuántos.

Cuándo callarás hermana dolorosa, las páginas no resguardan aquella seguridad meridional. Electrificadas pupilas, andar culebreado, morfando subliminal en solitarias colinas dominadas. La cima se queja del ardor de nuestros deseos tanto así que se abalanza entre sueñios por soñados tramos temporales.

¿Buscarás un lugar de resguardo donde podremos quebrar nuestros huesos a destajo?

¿Encontraremos aquel paraíso en el cual consumaremos la gula añorada de placeres furtivos?

No escapatoria dice en las afueras del párpado.
Suenan los vientos lutos trayendo miradas de humos negros.
Las Flores caen en las tumbas a cada segundo.
No aflojemos el torniquete que la herida parece no sanar.

Sol escucha el abrir del fruto, se impulsa la vida contrayendo esferas púricas donde la generación es el único actor. El desencaje no tiene cabida.

El pétalo cruje al secarse al igual que sus ojos secos,tiempo atrás masticados por estímulos variados entonnando himnos impulsados por una corriente extrema vertida en los ojuelos torneados de nuestro prisma. Al cuerpo se escuzó.

Tiempo, ¿Serás capaz de abominar ésto, tan simple y desconocido?

La mano roza en frenético acto caníbal, la nueva era creacionaria de pasados siempre actuales.

Y repiten en coreal formación, EL DESENCAJE NO TIENE CABIDA...

4 de noviembre de 2008

El Susurro de Las Sombras

En un pasado no muy lejano existió en La Tierra un ser destinado a cambiar la historia de la humanidad. Un ser Allado, superviviente si se puede llamar así. Permítanme contaros su menuda historia.
Al igual que la sangre, me tomo la palabra en rojo y pido atención al silencio que se formará después, habló. Comenzaremos el día invocando al Sol matando a la negra noche; necesitamos un sacrificio por cada Luna muerta.
Masa, silencioso y atento, escuchaba sobre la montaña más alta desde donde se podía ver la isla en su plenitud. Por entre las nubes se oía la canción de la muerte y con ésta amaneció y se inició el día. Cazó una mirada de un pájaro y las garras del león. Bebió de la sangre de la virgen del pueblo entregándole su vida a cambio de un disparo de ilusión. Él sabía que del cielo cayó el grito y que éste se incrustó en el alma de la vida misma. El grito era sólido y misterioso. Su misión era destruir la destrucción, para luego crear la creación creando.
Masa, criando niños fecundados con el don universal se llevará a cabo, habló por sobre la orquesta natura. Las venas del mundo se unen en mi corazón y éste explota eternamente haciendo que del cielo caiga la escalera y que las sombras entren de nuevo a la oscuridad. El sol me contó esta mañana que quiere los ases de luz de vuelta. El calor se agota, pero la vida sobrevivirá. Nos haremos livianos hasta el punto en que veremos implosionar nuestra propia energía divina. Por el momento te aconsejo beber un buen sorbo de Sol para purificar tu errado respirar almático. Pequeño Masa, gran conocedor de las paredes de atrás; aquéllos rincones exclusivos donde la luz no gusta, donde la oscuridad se divierte con sus amantes, ayeres hubo en que le di mi corazón a un perro hambriento, sus ojos eran como los tuyos, sedientos de vida, de muerte, de amor, de esperanza, de ilusión, de plenitud. Come dije, pero se abalanzó hacia mí y se metió en mi boca; su ahora no pudo ser. Otro vestigio de vida se me acercó cierta vez y dijo, tengo frío, así que fui y corté el árbol más grande para hacerle una inmensa fogata, aún así, frío. Fui entonces en busca de un fuego del cual me hablaron, un fuego perdido en el tiempo, invisible, un fuego que nunca se apagó, más bien nunca se creó, éste existía antes de la existencia misma, antes de la nada. Lo busqué y busqué y no lo pude encontrar. Morí; volví, lo busqué y morí nuevamente, así sucesivamente miles de vidas muriendo en todas. Tristeza era su nombre. Ayer tuve un sueño donde no soñé nada; me di cuenta que estaba ardiendo desde antes. Fue entonces que mi espíritu me habló en ese comunicar de sentires elevados. El fuego era yo, el tiempo se hizo infinito. Mi alma de cien pies, mi cuerpo y su sien electrificada, cual Buda de cien manos. Corre voz, escapa de mis demonios, escapa de mis dominios, hacia la luz. Mantente ahí y llévate contigo a la razón, ya ha hecho suficiente, o mejor, llévatela por un tiempo para poder descansar mi fatigado cuerpo. Un soplo más de viento y el olvido tomará mi mano para siempre. ¡Apuraos, mentes parlanchinas!
Luego de haber dicho esto su brillo se intensificó y prosiguió en una especie de inmaterialidad corporal; su cuerpo se hizo luz centella y prosiguiendo abrió el ojo:
Abrí el ojo hace eternidades atrás. Tus ojos, Masa, se pierden en el horizonte. Ahora que mi energía es pura, puedo hundir mis manos en La Tierra para que ésta se empape de mí, del agua que corre por mis venas. Mis raíces se habrán renovado y el gran árbol saldrá sobre tu cabeza. Tus pies semienterrados por fin danzarán al son de los latidos térreos. Desde tu nuca saldrá el espinazo perdido, dormido, hibernado.
Y con el pasar del tiempo algo encandiló la sien de la vida. Era Masa desde las alturas de la montaña, hecho luz, sobre la copa del árbol. Sus destellos cayeron rodando por la montaña hasta alcanzar las fuentes del mundo entero.
La sangre ya no correrá hacia afuera como lo hacía antaño; fluirá magnetizada al corazón, al ciclo, asemejando el correr de savia diamantina, musicalizada. Ahora puedes cerrar los ojos, siente cómo te vuelves liviano, levitando sobre lo etéreo.

3 de noviembre de 2008

Peez

Vacilando cae el martillo de la razón, entrecruzando sonidos manifiestos y laterales fuentes bromeando rectitudes serias, bien serias violencias extraidas de Baco Morfado. Las estrellas alcanzan la altura deseada y rodilla enfrenta suelo sangrante. Después de vacilar, cae en el sueño de la idea del no sueño, la nomorfación, más silencio inspiritual ante cruzadas sinápticas.

La Unión Manifiesta S.A. se declara culpable por la muerte de Los Límites de Alcancia, noqueriendohablardeahorrosinodealcance.

Shhhhhh!
No.

Habla claro mierda.....