SombradoS

Los pájaros de fuego se ahondan en nuestros aposentos
Quisiendo decir o decifrar el misterio alquímico
Silencios guardados bajo las sombras del vibrar
Como relicario en una feria de los tiempos
Y cerramos los ojos...

Se escucha el galopar de la nueva era
Por palabra prohibida corren ríos de sangre
Y la esencia afrodisíaca oscurece la vista
Como hambrientos sedientos de placer
Inventándonos cada día un mundo
Una realidad mágica como dijera alguien por ahí
Aunque a veces nos descubrimos asombrados
Y a sombras viene luz...

Imaginación imaginada viene imaginada de la imaginación
Pálpitos de un tiempo sin tiempo
No quisiendo decir que pequeñas gotas son magnitudes invaluables
Rebusco lo buscado viviendo la vida
Palabreando la palabra
Razona la razón

Rituales

Suben las columnas
Y atrae con fuerza
Por los costados se observan pequeños ojos
Dejo el verbo y detengo el respirar
Las paredes de antiguos salones
Con olor a marcas
Y el eco todavía no se detiene
Pasa de un oído a otro
Como mosquitos ultraterrenos
Quiero ver fluir salvaje...
Y el alúd detiene la melancólica matanza
Con fieras uñas defendiendo
Con miradas perforantes
Pudieras incluso soplar el grito
Para la lejanía alcanzar
Reinicio no razonado..

Quiero ver fluir salvaje
Toda fuerza pedregosa
Despedazando
Alsando nuestras voces
Mejor nuestro espíritu
Aférrate dentro del salvaje río
Sus corrientes vienen a limpiar lo superfluo
Una vida, una
Delicadamente salvaje repito
Despelleja los pétalos uno por uno
Sobre flores anticuarias
Posaremos nuestros huesos
Y bordados a la piel como tatuajes
Rituales sin razón..

Y si te fuiste para volver

Y enciendes y le echas

Alimentando las visiones

Visitando reinos inevidentes

Por la noche aureolas de antemano

Y rápidas luces fluorescentes

Se concede la pasada

Impregnando...

Será que ocurre la rebelión interna

Eterna percepción

Y clavos sangrantes

Uno

Todos

Vuelve, vuelve

Y no te detengas...

Traga

Muerde las raíces, así verás el futuro
y éste se introdujo dentro de la pipa
Hacia el fuego pagano
Envolviéndose en el manto de sensación
Llega armado con sus colmillos afilados
y comienza la fiesta
Se escucha desde lejos el crujir de huesos
y todos disfrutan
La frente al piso, que nadie se mueva
Afixiados, muriendo por sus dioses...

Y dime qué buscás
Qué es lo soñado
Donde encuentro el aire
Dame de tu sangre intoxicada
Dame un par de golpes
Para despertar o irme al otro lado
Hacia el inconsciente
Muerde ya las carnes
Quema ya mi agrado!

Esa es la verdad cortada a palos
Donde encuentra el aire
Bébete la sangre intoxicada
...

Éter

Los delirios del barco humeante

Atraídos por los alaridos y suaves aromas

La torre más negra de todas

Con marcas

Puedes ver cómo se alejan las nubes

Con el aletear intermitente

Y las luces como pequeñas luciérnagas

En un vástago desierto apocalíptico

Suenan los latidos de la tierra

Nos declara impuros

Chimeneas de humos parlantes

Sin el eco de regreso

Y como la cara aquella

La melodía se va regenerando eternamente

Una espera sin límites

El cambio no se proclama

No es necesario

Son las tintas invicibles las que vociferan

A mordizos el placer repetido

Como gatos hambrientos

Expectantes ante el eclipse ocular

Sobre la composición de lo etéreo

La parte nuclear de toda entidad

Seremos polvo.

Primitivo

Desenvuelvo el gamma
Y me trago mi piel
Para abrir la espesura
Lo oculto rozando nuestros sentidos
El presentimiento se toma la palabra a veces
Deténgase se escucha de repente
Y a ocurrencias extrañas acudimos voces
Preciencia a manos sueltas
Vuelve a tu esclavitud dulce alimento hambriento
Vuelve oro, vuelve a la sien
Sucede
Puedes intercambiar las pieles
Y yo tomo las alas negras
Lanzo mi cuerpo a las aguas
Y recorro los alrededores de tus ojos cerrados
Para entrar por los ojos
Como sombra directo hacia el sol
Primitivo
Destierro apatria
Y envuelvo el espiral
Ocurriendo simplemente
El instante momentáneo
Plasmado ocurrente
Cercano, lejano, arcano
Anciano...

Nuestras Cabezas

El viaje presenciando

Algo así como no

Tiempo empasmado

Y retinas

Comimos hambrientos nuestras risas

Y devoramos unos cuántos más

Y la duda acechaba desde el fondo

Como látigos sobre la bestia

Recuerdas a menudo?

Nuestras Cabezas...