Alguna vez corrimos por prados azulados y verde era nuestro reflejo
La piel salina de trepar, de escondernos, de volar
La rama serpental y croaban las aves sobre cerros aminorados por diminutos pies
Desea fruto, alcanza el eslabón, se vislumbra humo, la quema de un pasado
Una reverencia apotiósica ocurre por pasillos gastados tras bambalinas, olor a vida, a tiempo
Silva el viento por el tejado la escalera llamó tras décadas de campanazos
Cada parpadeo es un milisevolundo, de pequeñas carreras sobre ruedas encarnadas
Con olor a sangre la flor se marchita dejando un dulce sabor en el recuerdo
Un nuevo canto ocurre, es el nuevo día despertando al alba
Un misterioso respiro que atraganta cualquier tristeza pasajera
El vestigio de pieles queda bajo los pesados párpados y con gotas de sal despedimos en silencio
Naturalia nos recuerda lo frágil que somos, más bien nos refleja nuestra levedad
Ese algo que llena cualquier cavidad agigantada
Trasciende atar nivel como suspiro disgregado
finsincaleluya
La mágica tragedia se desprende del momento evolutivo
Lo extraño que es descifrar o desatar nudos a través de dolores intrínsicos
La magnitud de la interacción se plasma en fecundo fruto apátrico de acción
Disuelve la impureza en un suprapensar incrustado en milenios omniscientes
La tierra devuelve, el cuerpo nos media entre mundos impensables
En praderas azules y verdes arbóreos
....Kraft
21 de julio de 2008
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