Sonaron las campanas
cayeron pétalos de florsangre
Llovió sobre un sol oscuro
Sonó la guitarra a lo lejos
Sonó el trueno partiendo el silencio en mil pedazos
La calma se volvió huracán
y sobre, estabas tú...
Legó su alegría, despojó el odio
Cortó sus venas y regó con su sangre los ojos de los ciegos
y los que tenían sed, bebieron de sus heridas.
Tenía 400 años y no llevaba ni la mitad de la vida
Los surcos en su piel hacían de él un mapa interestelar
Las estrellas se abrían paso ante él...
Él era imagen y semejanza, imaginación
todo en él vivía en la fantasía y el sueño eterno
Los huesos se habían roto una y otra vez, pero siempre cicatrizando para recomenzar de nuevo el Nuevo...
Dentro de sus párpados había escrito para cuando estuviera con su subconsciente, algo indecifrable, algo del otro mundo, del mundo de los sueños,
en el antiguo idioma del respirar en blanco.
y a lo lejos se escuchaba El Canto de La Sien
...mente...mente...mente...mente...mente...mente...mente
Callar.