2 de junio de 2010

vrogheaforumikeo

El silencio suena como huellas de piel masacre de incesto, rigor. abrazan huecas estatuas deformes convulzivamente rechazando inhalaciones de ostia podrida en devoto control monetario. Cerdos comiendo las piernas de a poco, inigüalable dolor apocrif''oh.

No cre sa no he na.da.da isko l minim'o disimulo.

Corredores, fugaz copia del enjambre pasajero. Las tejas se ríen en su quiebre y la corteza del núcleo digiere la inercia. Los autos dejan de rodar, y sirven de asiento para instalar nuestra locura en los vidrios de sus dudas. Y los edificios derretidos por extraña luna; el peso cae por los costados y la violencia se toma las calles. Idos al carajo

Siameses de tortuga corren bajo agua ácida, multicolores fractales arremetiendo gritos conra fortalezas inauditas. Inaudible nos volvemos sobre el eco de tu orgasmo, espera congelar la fluidez de la cripta. Pasaje farmacéutico hacia territorios baldíos, inexpresivos en su ausencia. Diluido en el espacio, el mandala corpo inducido.

brotabotella vacía, lcuento de vaso quiebrado, el cielo lleva Tierras por camposéreos, fhesados en su entierro.

Por túneles subcraneales vagan los seguidores del Budah, que impulsa los chakras hacia arremolinado estado vital. Budah hijo de phuth;a 888888888888 lib ert had
La huella dactilar tiene fisuras únicas, representan el caos y la armonía de éste. Variantes en el juego pacífico errático. Putos, el carnet sirve para moler. maquinaria de mierda y basura útil.

Su cuerpo dopado duerme viviendo en la alarmante quietud del inconsciente. ¿Quién es el inconsciente? Grítale al silencio.. Las nubes traen drogas que satisfacen a la abuela de los monos, que excitada de vejez, infiltra orgasmos nunca ocurridos por las fauces de la historia, HISTERIA. Las palabras nos ven pasar desde su libertad limitada. Dejan de dormir, saltan y caen sonoras por las ruinas benditas. Inmaculados vasos con placebos efectivos, efervescentes de afluencia.

El monje sentado en la mesa roja de cinco puntas, impregnada de codos; el eco de la piel dura un silencio. Los verdes pasan y nos reímos de Irah!!

Vaiven descontrolado de mandíbulas mojadas de hastío, ayuno y gula atrapada en la azotea de las sienes. El quejido de la virgen se esuchaba hasta el infierno: "AY que querer, ay que querer, en este mundo hay que querer...ª"

Cuando la cuenta llega a saber de nosotros no debemos disculparnos ni parar, debemos matar matar matar.

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