La Pipa de Mar

Había un clavo en el cielo y un ojo colgaba de él, balanceándose sobre el poder, no había vértigo ni lujuria, ni esfinges que adorar. Contemplaba luego, separados espacios en la dimensión partida en una menuda fracción de matemáticas supraterrenas; de pronto vi que estaba en su interior y a nuestro alrededor, electrones orbitaban disimuladamente mientras de la boca en sobre nuestro derivaba todo iris al vértigo de volver al instante atrasado. Así, el desfase reacomoda incertidumbre y la búsqueda del sol en la frente infinita, babea nuestro límite.

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Invalidado Estado Consciente

A través de células movemos los hilos, marionetas del azar, untamos los recuerdos con pastillas recordando olvidar, avanzar al son de las balas que disparan las aves del perjuicio.

Masacres, ahogados vestigios de campo, sensación de mimbre, cabrones suicidas desgarradoras totoras de vidrio acusando el dolor y el placer fundido en rojo. Hongo explosivo

La estrella verde nos da el ojo liviano, inválidado estado consciente. Oh Gracias...

Luciérnaga Meteórica

Colgaba de tu sueño, a un instante el despertar, era un perro viejo que ladraba y tú una luciérnaga meteórica, toda junto a mí, esféricos, aureólicos, una simple llama única, verde esmeralda, atragantados de vida, succionando las nubes, adentrando las noches, mal|tratando. Suplicamos mantras, dibujamos mandalas con nuestra sangre, adornamos el cemento donde moriríamos esa noche y no fue así y los grillos soñaron con nosotros. Y yo salí de la tierra y me fui hacia el vacío y escuchando tus sueños desde lejos, imaginaba...

Caían los párpados de las ranas, el mareado escorpión, mosaicos suturados a los pies, y de un invento no queríamos oír sino gritar hacia el silencio del hastío herido, y las manos azuladas recorrían la recámara, de los sesos oblicuos, y mis robados sepulcros de mis yoohs pasados, desesperas al tratar de entender. Oh dijimos al partir, sin temor ni despedidas, nuestros huesos no lloran.

Cántame la caída de la lluvia o dame un poco de tu arena ancestral. ¿Aún debemos?

Y teníamos once dedos en el sueño y yo lo cortaba para tí

Y teníamos tres ojos y yo lo liberaba para tí

Teníamos una vida y yo morí.

Transfiguración Psico

Jeroglíficos, visión envuelta relleno de sueño mundo cicatriz, tus camas plateadas abren caminos anudados. Combate de hormiga bajo siete soles, la cumbre vibrada por inmensa luna voraz de oscuridad sobreemerge del altar, citadinos páramos dorados de belleza, ruinas fantasmales, el eterno retorno alma en disputa, oyentes con síndrome Van GogH saborean sonidos alusivos a nacimientos en ríos de Marte y muerte de Ícaro, por querer abarcar lo inacabado. Sexo de monos voladores dijo Bukowski, 12, no 11, ni 10, 12, el diablo metió su cola en la sopa de dios, éste enojado nos dio la impa-ciencia.

Transfigurar los arquetipos, pendientes en cuevas con máquinas de antiguas fábricas no humanas, universos decantan en nuestra grieta, expandiendo vuestros boordes, trayendo consigo una hipervida sin atados.

Nerval

Incendia los vapores la mente cruzada pordiosera de venas. Nebulares florecientes escaparates salidos del silencio, crepitando van cayendo en estela universal. Palpita frente al sol la vena cruzada del ojo, la gran mancha crepuscular (nerval) medita rebelar la esencia del octavo chakra, ausentado paraíso mágico.

Hebra dispersa misterio y gigantes cascadas de pavor metros buses calles casas teles cielos tumbas ropas drogas sublimes ¡rompan, broten amen le camb!.

Ventana DE SUEÑO, saltaba de cabeza hacia el olvido en repetido instante percibido como ajeno. AJENO