A su cabeza sobresalían destellos luminosos
Ondas en forma de anillo plasmando pensamientos florales
Cascadas de incertidumbre neolítica amenazando palacios de mármol
Resquebrajando huesos inconmesurables y sillones
Montaña rojiza alarmante sonata atardeciendo están
Los mundos se abalanzan contra libras de ensueño
LLueven mosquitos y afiladas agujas
Despertando zumbidos primitivos
Me alejo en un pasar con piedra en bolsillo
Imaginando tanto cuanto puedo
Recordando volver a respirar
Encarneciendo pieles
A su cuello resaltan sus cuerdas como violines dopados
Cuando humano es sentir que recuerda sin cabezas
Y camina hacia atrás con sus ojos alzados
Encontrando cielo en tierras donde no hay más que horizontes
Puso misión increciente doblegar sus ansias
Apareando tripliflicaciones no cuantificables
Y cual anciano verborreante dispuso contar la historia
de la piedra silenciosa al pie de la tumba napoleónica.
24 de noviembre de 2007
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