11 de noviembre de 2007

Guakateca

Se encienden las luces de sus ojos
Su visión destruye y apaga cuanto desea
Viste su indefenso monstruo por gracia
Cuando espíritus alienados bajaron a posarse en su ombligo
Y atravesaron la electrólisis fundiendo la realidad
Y cuando todos se hinchaban en caricias los suspiros afilados trastocaron en libre albecerro
Todo era propio y hasta sus cuerpos abandonaron
Siendo las luces la nueva oscuridad
Y su estilo el más despreciado veneno
No quedó un espejo vivo
No servían sin ojos su nueva boca rechinante
Plato de tierra y pieles
Encarnando dioses elevados en rituales silenciosos
Los demás introduciéndose el mar saltaban de gula
Y las nubes escapaban despavoridas
Cuando llegó nuevamente la razón
Hubo el gran desceso colectivo
Un minuto de silencio´por la humanidad...

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