En un abandonado estero
Caen plumas de muertos pájaros sacrificados
Un lugar de poder ilimitado y semiireal
Jadeando diseminan las semillas ilusos
Brotando aguas oscuras, límpidas de antemano
Recorriendo lugares en penumbras
Disecaron cuerpos momificados
Renovados fetos coloridos
Dieron paso a nuevas escrituras
Profetas colgados en vestigios de lumbreras
Penitencias y claustros llenaron las tribus
Mientras paseábase contorcionado el vagabundo rey
Eliminaron a martillazos los escultuosos parámetros
Adelantábase a su tiempo con oreja al piso
Y un sólo ojo, cíclope advenedizo
Reventando a caricias brutas toda flor y capullo
Hablábase de curiosos buscadores
De entre la selva ruinosa más grande se asomaba la neblina
Y una inmensa hojarasca rubicunda enardecía en el horizonte
En el ocaso posaban a los pies del estrecho
Con cabeza hacia el norte inculcaban semidioses profanos
Parlaban insensatos evangelios de imaginativos tiempos
Continuando rituales se abalanzaban unos contra otros
En una continua ingesta de pócimas
Logrando cielos orgásmicos
Y para todos era posible futurear dijóle...
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