La noche del silencio, de tripas ductuales, nubes musicalizadas entra por permeables párpados. Ingiere el acto manantial, duplica el cansancio, ándate a Nos, térrea fértil. Espera el dormir para ensueño alcanzar donde tu piel no limite el vasto territorio. Y si pudiera decir en eco hasta tus ojos, espera la sublime alba de látigos mis látigos oxidados. La disculpa de antemano, la ola ahoga al yo de tu cima que son tus . Consuma el dolor en el fondo, el perdón de Abarca.
Pudiéramos encontrarnos al amanecer de retinas, en el inicio de la ruina, la bella caída del pétalo. El soplo anterior, el clímax del impulso inicial. No detengas a tu corazón de cielo enardecido que para eso estamos acá, doblega el nervio craneal en una disolución de nuestro inepto qué hacer monoprigmático, vislumbra a Perdita, hija de Grito y Silencio.
Puebla rodeado de membranas fractalizadas oh misteriosa visión, qué vida inaudíta e indomíta. Nos veremos caer en el río plagado de pirañas viciadas.Vamos a hacernos piedra gredosa de entrañas aromáticas, musicalizada de vida muerte explotando antes de la marchitez.
24 de septiembre de 2008
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