Azul

Dejó caer su cabeza en el pantano y croando como rana masticó una grande raíz de cuya disección afloró un antiguo excema de sabor y textura arenizca. Morfosis de tierra y suelo, un viento arhucanado movieron los cimientos de la craneal estructura de dioses muertos a orillas del charco de sangre. No logrando sí expandiendo la atmósfera cruzó la dimensión del estallido, despierto y activo en la neurosis, contraatacando a invasores de nuevas suásticas renovadas insertadas germinadas en los chakras espirales de erráticos mandalas de odios divinos enpostdelapsus. El charco libra su batalla entre el reflejo y los sueños aparecidos en él como queriendo resucitar a unos ojos tornados hacia arriba con la espalda tibia del propio líquido azul.

Siameses con Tres Ojos Oráculos

Marioneta irrespetuosa de dinero sale de la cueva prende fuego a sus pestañas, quita y multiplica párpados verdes de alegría las come y se infiltra a las plantas y veredas y edificios y casas y micros y zapatillas y respiros y disfrutes y gentes y animales y muertos y casi muertos, recoorren los caminos profanados. Acuerda desbordar su umbilical tratado de sueño para con él y sin las sobras de atrás cooperando en el desliz de nubes coloreadas de pellejos sin años ni muerte y vida inmiscuida en lentes retrospectivos de huesos blancos como la nada y oscuros como el sol. Encendedor rojo de lluvia quema ojos y espaldas y brazos deshuezados se arremeten en nudos cristales de savia de color vacío de escama de pez corriendo por avenidas nebulosas y mantras oídos en el silencio de la muchedumbre. La súplica y prisiones bombardeadas de libertad, bordadas de luz en la oscuridad de la sombra de siameses con tres ojos oráculos en la cima de la dinámica naturaleza en levedad arcorizada.

Zona 041

La córnea del semáforo se vuelve humo de taxi y la gota de sol diluye los cantos de lluvia y manos hechas pies disfrutan el tiríte del impulso. Viene corriendo con una lentitud beática, como un papa moribundo en busca de su cruz, como el perro sedado de hambre hurga basurales bosques de cemento, aumentando su capacidad de calma, su inerte virtud de contemplación. Hay bailes estatáticos que sombrecen la Irah de corvatas, la matanza de los fetos risueños a un costado de aceras duplicadas en sus pequeñas córneas negativas, fotografiando en la materia de su abstracción, sutilezas de un momento caravano.

Un lugar dentro de Dilatia, donde los amigos juegan a volverse enredaderas entrando sus raíces y venas muy afuera de su límite.

Dröögis

Las burbujas flotaron alrededor y nuestros costados arcorizados alucinaban destellos de grandes ojos observando planetas distantes adentro de pequeñas lagunas reflexivas reflectando animales abstractos cristales en esencias vacías perfumadas por nadares insolubles manteniéndonos en el boorde de vuestro escape.

Dröögri innumerado bajo la piel de enjambre suceden espirales de sopa de humor vitreo, sabia derrocada en despojo ..ilusión..

Jueces! Orinaos de Cabeza º¿eh?º

Recuerdas aquél lugar en las afueras de tu cráneo donde chispas aladaas revoloteaban en la oscuridad alimentándote de luciérnagas ciegas, hundidas de ciénaga que tanto gustaban de mear ese grupo de jueces, orinados de cabeza?

ºehº

\º/ Cuerdo Inmóvil

Mientras tanto, sentado en la esquina del universo dilata su voz ahorcando sutilmente a su bella abstracción. Ella, con el eco hecho añicos, sustraía quejidos asombrosos que hacían caer los párpados y pétalos de loas expectadores voyeristas sedientos de Müerte.

CUERDO INMÓVIL...Decía alcanzar el fragmento de una sonrisa Noriente