7 de noviembre de 2008

El Desencaje No Tiene Cabida

Absorbo tu sangre que absorta se abre paso en este mundo pendido en la locura de unos cuántos.

Cuándo callarás hermana dolorosa, las páginas no resguardan aquella seguridad meridional. Electrificadas pupilas, andar culebreado, morfando subliminal en solitarias colinas dominadas. La cima se queja del ardor de nuestros deseos tanto así que se abalanza entre sueñios por soñados tramos temporales.

¿Buscarás un lugar de resguardo donde podremos quebrar nuestros huesos a destajo?

¿Encontraremos aquel paraíso en el cual consumaremos la gula añorada de placeres furtivos?

No escapatoria dice en las afueras del párpado.
Suenan los vientos lutos trayendo miradas de humos negros.
Las Flores caen en las tumbas a cada segundo.
No aflojemos el torniquete que la herida parece no sanar.

Sol escucha el abrir del fruto, se impulsa la vida contrayendo esferas púricas donde la generación es el único actor. El desencaje no tiene cabida.

El pétalo cruje al secarse al igual que sus ojos secos,tiempo atrás masticados por estímulos variados entonnando himnos impulsados por una corriente extrema vertida en los ojuelos torneados de nuestro prisma. Al cuerpo se escuzó.

Tiempo, ¿Serás capaz de abominar ésto, tan simple y desconocido?

La mano roza en frenético acto caníbal, la nueva era creacionaria de pasados siempre actuales.

Y repiten en coreal formación, EL DESENCAJE NO TIENE CABIDA...

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