8 de octubre de 2008

Estado de Shock

Aullido en el fondo de un telón quejumbroso y decrépito

Se encontró caminando por veredas masticadas por asombrosos animales monstruosos, todo era brillante y límpido. Devoraban umbilicales platos de entrañas salinas, saboreando cada pestaña de los pequeños alados. Se acerca el dueño de la caravana, con báculo en mano bendiciendo el magno sueño con el cual nos iríamos a Nervio, pasaje extraño de un país incolor e indoloro, donde sonreiríamos y anhelaríamos el soplo incandecente.

Burla la seguridad y se acerca al patriarca con cuchillo de diente bondadoso, se acerca más y más...un paso más y logro será pasado.

Susurra al oído el hada del otro lado, lame y sutura los sentidos hasta dejarlos lustrados de virtud y a medida que se apagaba el sol, continuaron su viaje trascendente al fondo del respiro. Con falda hasta la pelvis se dirije hasta el gran padre y le susurra en la entrepierna que mediante bombeos le dará el paso hacia las rutas místicas. Oh no queriendo ser grosero se abalanza y de un mordisco despelleja a su amada hasta dejarla seca en éxtasis.

Suena la llamada del grillo en la oscuridad del paraje, y se escucha al ejército de insectos acercándose a su víctima pordiosera de vacíos agigantados, miles de pasos, bolsillos derivados, y múltiples adicciones de hiprahumanos conectados a Irreal, el gran estado de shock.

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