Al exilio sus eternas noches
Dibujamos sonrisas en sus caras
Desaparecemos el hambre
Expulsamos el agobio de la vida
Sonreímos a la desgracia inherente
Regalamos la brisa invicible cargada de colores
Te nombro rey del mundo
Sobre sus pies la humildad
Entre las grietas escapan sollozos de soledad
Que el cielo y sol no bastan
Vasta su mente de recuerdos
Errando
Marchando
Cae la indumentaria límpida
Alfombras verdes y flores tu compañia
Alguna compañera silenciosa
Y espinas bajo las uñas
Rojo es tu llanto
El júbilo desechado
Cajas, alhajas y miradas divinas
Señoras y señores
No me saco el sombrero ante ustedes
No sabrás de mii
Soy imaginación
Soy la suerte enviada
Soy un poco de olvido
En sus ojos sin brillo
En la mirada herida
Valentía quizás no generablizable
En la compasión adherente
Veo vestigios de moradas "no decorosas"
En fin tu abrigo y mi insignificante palabra
Mi paseo es la bala que recorre las carnes tiernas
La mancha en sus salones y vestidos
El virus y la peste, plagas y parásitos
La muerte en vida
La desazón, traición de kábala
Soy yo, esa voz que te habla de adentro
Y más allá soy la misma vida hablando en una pequeña sombra
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