Devuelta espejos sin reflejos
Luces negras salidas de la hiedra
Mosquitos tratando de entrar por doquier
Raíces desconectas injiriendo monólogos nocturnos
Y es el brillo de la Luna y el canto lejano
Mientras vamos llegando del submundo, aéreos
Correteando e invitando al festejo
Sobre el ataúd de tu esqueleto
No se cierran los ojos no así a voluntad
Más bien se abren más y más en un constante parpadear
Fotografiando pasajeros lapsos ocurrentes
Empinando una y otra vez el incansable concepto
El zumbido de la caída
Luces y vesículas odiadas
Enredando las estructuras fijas
Dirigiendo la orquesta de notas altas
Ve sobre tus huellas y bórralas
Pinta de colores hey ustedes daltónicos líderes
Componiendo a tu modo
Tragando el reciclaje de los sentidos
Se abren la Tierra, el cielo y nuestra mente
Tocamos un soplo de belleza
Dibujamos infantiles señas en el aire
Y nos hacemos señales de humo de un ínfimo a un ínfimo
Me subo al último asiento
El primero de atrás
El vagón de la muerte exigida
Experimentando lo vital y lo desconocido
Encierra en figura inventada
La cima de tu deseo
Mientras pasas ante un simple espectador
La vida se detiene.
29 de octubre de 2007
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