Me volví para mirarte y ahí estabas
La realidad danzando a tu alrededor
Y no necesité nada por un instante
En que tus ojos vislumbraron la gota de ilusión
Recorro los alrededores de tu rostro
Como siluetas de un bosque solitario
Me hundo en tu pecho en forma de humo
Mientras caigo en extraños ensueños
Pudieran los lamentos manar vivez
Aunque vegentando sin lengua intente
Decir que no es luto la sombra adquirida
Más bien pasajes de la calle sin nombre
Y melodías que corren por antiguos rostros
Grito en el silencio transando monedas de carne e imaginación
Consumiendo los aromas del paraje momentáneo
Y me deslizo hacia Eternia donde terminas tú
En los límites donde se mezclan nuestros cuerpos
Destellos lanzados con furia por la lucha
Remuevo la Tierra
Todo tiembla
Secas las fuentes
Libres para partir
Dejo las ruinas
Y me sumerjo en la raíz
Empiezo de cero
Se posa en mis manos la letra indeleble
Rozando los confines del pensar humano
Como si fuera poco, dejo la nada llenar los pulmones
Sonriéndole a la muerte
Vago el actuar no así la verdad
Poblando la sien del que nació en el reflejo
Notas inaudibles estallan los tímpanos
Para entrar en la distorción elevada
Dejo el espacio vacío donde se encuentra lo que no se busca.
2 de octubre de 2007
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